Qué es la aerotermia y por qué puede ser la forma de acabar con las facturas elevadas de luz y gas
Esta nueva técnica es uno de los métodos más efectivos para tener calefacción en invierno, refrigeración en verano y agua caliente todo el año por un bajo coste.
Los precios desbocados de la energía eléctrica y del gas que actualmente se encuentran en niveles históricos, han hecho que cada vez sean más las personas que traten de buscar alternativas más económicas o nuevos métodos para poder calentar sus hogares sin que esto suponga un despilfarro para sus bolsillos y conseguir un ahorro a final de mes.
Uno de los métodos para reducir las facturas de luz y gas es la aerotermia, que consiste en extraer energía ambiental contenida en la temperatura del aire con el objetivo de tener calefacción en invierno, refrigeración en verano y agua caliente todo el año en hogares y empresas.
Esta fuente de energía renovable y limpia puede conseguir esta energía incluso cuando estamos a bajo cero, ya que hacen uso de un ciclo termodinámico que utiliza un gas refrigerante comprimido a bajísimas temperaturas para extraer calor del aire exterior; y después poder obtener calefacción.
Asimismo esta tecnología no produce combustión, por tanto no genera ni humo ni residuos, y no es necesario contratar gas o suministros de combustible, ya que toda la casa puede funcionar exclusivamente con electricidad. Además, la aerotermia garantiza agua caliente por un precio bajo, su instalación es más sencilla que otras energías no renovables y es la calefacción con menor consumo energético del mercado.
¿Cuánto cuesta la aerotermia y su instalación?
Pero, aunque esta técnica garantiza agua caliente por un precio bajo, ¿es realmente tan económica? En este sentido, las personas que cuenten con la aerotermia en sus hogares solo pagaran por el consumo eléctrico, que para las más eficientes puede ser tan solo el 22% de la energía aportada para una máquina con rendimiento de 4,5 con clase energética A+++.
A pesar de que el ahorro energético es considerable y los gastos de mantenimiento son reducidos, si lo comparamos con calderas convencionales, el desembolso inicial es elevado, ya que puede ir desde los 8.000 hasta los 24.000 euros. No obstante, esta instalación puede amortizarse ente 5 y 12 años en el caso de que se produzca un 70% de ahorro en la factura de la luz y el gas.
Dado a su bajo consumo energético, esta es una de las soluciones que se utiliza en la mayoría de oficinas, aeropuertos o incluso cines. No obstante, estas no son recomendables para viviendas de menos de 90 metros cuadrados ni para lugares extremadamente fríos.
Estos beneficios han hecho que cuatro de cada cinco hogares, afirmen que escogerían la bomba de calor para climatizar su vivienda tras ser informados de cómo la aerotermia puede suponer un ahorro energético real y de sus características, de acuerdo con el estudio “Hábitos de consumo de calefacción y climatización en los hogares españoles en tiempos de Covid” realizado por Junkers Bosch.
¿Qué se debe de tener en cuenta antes de su instalación?
En primer lugar, antes de hacer uso de esta técnica, debemos saber el uso que le vamos a dar y la potencia de la bomba de calor que necesitaremos; ya que a mayor potencia, esta inversión inicial será mayor, aunque menores serán los costes de consumo de calefacción anuales.
Asimismo, cada vez son más las personas que incorporan la bomba de calor en sus viviendas o sistemas híbridos que combinan generadores de calor tradicionales de combustibles fósiles con sistemas de fuentes de energía renovable como la aerotermia. En estos casos, el coste inicial de la instalación será menor y habrá menores tiempos de amortización.
Ayudas del Gobierno
Con el objetivo de impulsar la innovación social y la participación ciudadana en renovables, eficiencia energética o movilidad eléctrica, el pasado 24 de diciembre el Boletín Oficial del Estado publicó la Orden TED/1446/2021, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) con una línea de ayudas para proyectos piloto de comunidades energéticas, dotada con 40 millones.
Las entidades jurídicas, públicas o privadas, que fomenten la participación ciudadana en áreas como las previamente mencionadas serán las que se podrán beneficiar de estas ayudas establecidas por el Ejecutivo. Estas tienen el objetivo final es que se fortalezca el sistema de apoyo a los agentes interesados en la creación y desarrollo de comunidades energéticas, sobre todo en el caso de la ciudadanía, pymes y entidades locales, para contribuir a una descarbonización justa e inclusiva mediante el fomento de las inversiones en infraestructuras verdes y la participación de actores no tradicionalmente involucrados en el sector energético.
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